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jueves, 2 de agosto de 2007

Comida wok en el Restaurante Asiático Samu de Zaragoza

Otra crítica de María Victoria, se esta volviendo una sibarita!

Como hermano está en casa y no puede salir, he tomado las riendas del asunto y me he tenido que lanzar a probar nuevas comidas en restaurantes y bares de la ciudad. Si es que la vida es injusta... Pues bien, en el Centro Independencia de Zaragoza, más conocido como “El Caracol”, se encuentra el restaurante arriba citado.

Se trata de un buffet libre de comida asiática, la cual a mi me encanta. Digamos que comer allí se puede realizar en tres actos. En la primera parte encontraremos fritos de gambas, de patata, tallarines tres delicias, sopas japonesas y sushi...mmmmmm.....sushi....
El segundo asalto es el más característico de este restaurante. Algas, espárragos, setas, champiñones, pimiento, cebolla y todo tipo de verduritas frescas esperan en sus cubiletes a ser cogidas con pinzas para mezclarse con trocitos de pollo, ternera o salmón (entre otros ingredientes) y hacerse en un wok al instante. Este espectáculo consiste en hervir las verduras y luego mezclarlas con la carne o pescado en un wok (una sartén estilo paellera) y ponerle una salsa (hay algunas que no pican, otras que pican un poco y otras que casi mueres del picor).

Además, en esta zona hay brochetas de carne y también de gambas que quedan fenomenal a la plancha, pero en la panza...

Como se puede repetir todas las veces que quieras sigues comiendo y eres feliz (con la ventaja de que es comida bastante ligera, exceptuando los fritillos de la zona A). Pero si ya estás lleno y quieres pasar a los postres, puedes elegir entre multitud de frutas (que nosotros comemos con menor asiduidad) y helados.

Un restaurante muy céntrico para comer en Zaragoza por 13 euros más IVA. Lugar más que cómodo por la amabilidad de los camareros y muy divertido si te lanzas a la aventura y lo comes todo con palillos. Que aproveche!

Fenicia: la casa de las empanadillas

Aquí os ofrezco otra recomendación de mi hermana, confiar en su opinión.

Bastaría con decir que es mi restaurante-bar favorito de Zaragoza, pero puestos a poner la miel en los labios, hagámoslo en condiciones. Descubrí este restaurante con un amigo y ahora lo han probado todas mis amigas, pareja y familia. Vamos, que si hubiera cobrado comisión, hubiera hecho buen negocio. Está situado el pleno tubo zaragozano (c/ Estébanes 8), o sea, que es de visita obligada.

Pero vamos al tema. Es un restaurante libanés con comida típica de este país mediterráneo. El cocinero, que hace todos los platos artesanalmente, es el dueño del local y siempre sirve de manera que, a la hora de comer, no se hace extraño probar cosas nuevas y disfrutar de nuevos sabores.

Como buena clienta, os recomiendo las empanadillas, que son de todo tipo de ingredientes (además pone en cada una qué es lo que lleva) y son muy ligeras, ya que no son fritas sino asadas y no te queda ese “regustito aceitosillo de los bares con olor a fritanga”. Desde las más típicas del Líbano (taco de seyok picante) a las de ternera con foie, de quesos, de pollo con champiñones o de espinacas, podréis disfrutar de multitud de sabores a muy buen precio.

También encontraréis hojas de parra con hummus (una salsa de garbanzos, que nada tiene que ver con el típico cocido) y pan de pita. Este plato, mi favorito por excelencia, tiene un sabor que para mi es “tremendo”, aunque he de reconocer que o te gusta mucho o sin más.

Pero no todo acaba aquí. Un amplio surtido de bocadillos y pizzas te obliga a volver muy a menudo por allí. Hay un bocadillo, que se llama Filadelfia chicken, que está hecho en pan de pita y lleva champiñones, tomate, pollo y 12 quesos, además de una salsa muy suave que le hace ser el bocata perfecto. Sin duda, es el que más recomiendo, pero las pizzas o las hamburguesas al estilo libanés están para chuparse los dedos.

El precio es muy asequible. Por poner un ejemplo, fui con mis amigas (éramos 8) y comimos muchísimo (porque le dejamos al dueño que nos pusiera un surtido de lo que él quisiera, lo cual os recomiendo si vais más de uno) por 7 euros cada una. Vino, cervezas, chupito y té incluido. Sólamente decir que, aunque el sitio es pequeñito, da fe del dicho de que “las mejores esencias se guardan en frascos pequeños”. A comer bien en Zaragoza!





Para Triunfar!!!