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sábado, 16 de noviembre de 2013

Un chino para chinos


Ayer por la noche salimos a cenar a un restaurante chino que nos recomendó una amiga buena conocedora de este país, su cultura, su lengua y su gastronomía. La verdad es que yo soy muy fan de la comida asiática en general. He recorrido la mayoría de los restaurantes de este tipo en Zaragoza, pero la verdad es que casi todos son parecidos y con la moda del wok dejan mucho que desear. Sí que hay uno de cocina japonesa y fusión en el Tubo, el Uasabi, que es espectacular, pero tengo que volver para hacer unas fotos y hablar de él más extensamente. 
La cuestión es que el lugar de ayer me encantó. Lo típico ahora es pedir comida china para llevar y se ha perdido el ir a un restaurantes de este tipo a sentarte en la mesa a comer sus especialidades. Nosotros lo hicimos ayer y estamos seguros de que repetiremos. Pedimos de la carta Rollitos de primavera, Pollo con bambú y setas chinas, Tofu picante y Wan Ton con gambas a la plancha. Estos dos últimos platos nunca los habíamos probado, pero como nos habían dicho que era un buen sitio y algunos conocidos chinos nos habían hablado de ellos, los pedimos y fue un acierto. En general todo estaba bueno, pero el Wan Ton fue una sorpresa. Se trata de un tipo de pasta que se puede comer en sopa, entre otras formas. Nosotros lo probamos en daditos que envolvían gambas a la plancha con verduritas y nos encantó su sabor. El otro plato de Tofu estuvo delicioso y es que este alimento, que proviene de la soja, es muy blando y lo cierto es que a mí no me decía nada y, sin embargo, con esa salsa picante me encantó.

Este restaurante en el que comer o cenar en Zaragoza está en la Calle Graus y os lo recomiendo tanto para comer en pareja o con un grupo de amigos, ya que seguro que os trae muy buenos recuerdos a los que solíais ir hace años y a todos los que disfrutéis con este tipo de comida no os dejará indiferentes. Y no olvidéis tomar de postre plátano frito flambeado...

lunes, 21 de octubre de 2013

Para comer como en casa: Bar restaurante Casa Antonio

El día del Pilar es especial siempre, pero este año lo era más porque después de varios años mi madre se vestía de nuevo. Así que, como la cocinera mayor del reino no nos podía deleitar con sus exquisiteces, nos fuimos a comer al Bar Restaurante Casa Antonio de Zaragoza y comimos como en casa. 

Todos los platos que probamos eran de "untar pan" con salsas caseras y en proporciones adecuadas. Yo empecé con una ensalada especial de la casa que tenía una mousse te tomate muy rica en el centro, además de una variedad de lechugas con queso fresco y atún. También probé del plato de mi padre, que él va todas las semanas, un arroz negro muy sabroso. 

De segundo elegí albóndigas de merluza, las cuales me sorprendieron por el sabor y la suavidad. Pero había otros platos que probaron los otros comensales como el secreto al vino tinto o la chuleta ibérica con salsa de piquillos. Una torrija con arroz con leche y melocotón con vino fueron los finales que elegimos la mayoría y ambos postres estaban deliciosos. Un menú muy completo que disfrutamos bocado a bocado por un precio excepcional, 10,50 euros en un lugar céntrico, con un trato cercano y una comida casera requetebuena. 


sábado, 11 de mayo de 2013

La encantaria: una grata sorpresa

Sorprendida. Es la palabra que define para mí este lugar, porque aunque ya me habían hablado mis padres muy bien del sitio y tenía muchas expectativas puestas en él, así es como me dejó. Celebramos el cumpleaños de mi madre, así que ella fue la que "soltó la gallina". Este restaurante, La encantaria, os lo recomiendo para ir con poca gente, pues no es un sitio muy grande aunque tiene un reservado para más gente muy acogedor, pero tiene un toque místico que te envuelve durante la velada por lo que personalmente yo no pasaría de cuatro.

Además de los platos, que ahora os contaré, el servicio fue estupendo. Lo lleva una pareja, en la que él es el chef que cocina en la barra y lo puedes ver a través de un cristal, y ella es la que atiende, aconseja y sirve a los clientes con mucho mimo.  Si algo me gustó fue la manera de aconsejarnos para elegir y los aciertos que tuvieron con los vinos que tomamos, además de la "embrujada" decoración del lugar. Muy original.


Como entrantes tomamos una ensalada de atún escabechado, que llevaba (si no me equivoco) algo de comino que le daba un toque especial al conjunto de lechugas. Creo que con las fotos no os va quedar duda de la cantidad, y de la calidad ya os digo yo que la mejor. También tomamos un surtido de croquetas de bacalao, cocido y setas, las cuales eran muy sabrosas y diferentes entre sí. El tercer entrante me gustó por el contraste entre las carnes, ya que era un plato de caza que llevaba croquetas de perdiz, hamburguesas de jabalí y salchichas y brocheta de ciervo, con patata asada y puré de patata con trufa.


Aunque ya estábamos bien servidos, elegimos dos principales a compartir por seguir probando y disfrutando de este restaurante de Zaragoza. Un bacalao gratinado al ajolio y un jarrete de cordero. Me quedo con el bacalao porque nunca lo había probado de esta forma y realmente estuvo exquisito, pero probé el cordero y también me gustó mucho (y aquí la opinión vale mucho porque tengo sangre aragonesa y burgalesa de la ribera de Duero, por lo que el lechazo, ternasco y parientes son buenos conocidos míos). Y eso que no pudimos probar los arroces caldosos de la carta, que llevan mucha fama y me han hablado de ellos fenomenal.


 


Para terminar el banquete tomamos de postre sorbete de sandía con bourbon y de mojito. Deciros que me hubiera tomado dos más porque estaban suaves, frescos y le pegaron fenomenal al resto de la comida. Con todo esto, salió como a unos 30 euros por comensal, con vinos y cafés incluidos. De verdad que merece muchísimo la pena permitirse este capricho y disfrutar con tu pareja, familia o amigos de este lugar, que está en la calle Sevilla, 7, al lado del Parque Pignatelli, así que os dejo esta recomendación que, como a mí me pasó, cumplió mis expectativas y me sorprendió.




jueves, 21 de marzo de 2013

Bar Cardi: entra y come

Unas "Madejas con pan tostado con ajo y tomate", unas "Patatas Cardi 4 salsas" o "Salchichas variadas con pan untado de ajo y tomate", son algunas de las raciones que podéis probar en el Bar Cardi, que ahora se llama "Entra y come". Es uno de los sitios más recomendables para comer en Zaragoza con amigos por diversas razones. Entre ellas, está en el centro, en la calle Reina Fabiola, 35; y tiene raciones generosas y muy sabrosas.
Lo cierto es que lo conozco desde hace tiempo y he ido muchísimas veces con mis amigos a comer. Las jarras de cerveza siempre están frías, pero también hay buenas jarras de sangría y eso que yo no soy una gran aficionada a esta bebida. Hay mucha variedad y para este tipo de cenas o comidas, siempre aciertas y disfrutas de la comida. 

Especialmente buena es la ensalada del mar, que lleva tomate, lechuga, cebolla, zanahoria, maiz, escabeche, gambas, palitos, boquerón, anchoa, salmón y salsa rosa; los espárragos trigueros con foie y jamón  por encima;  o los huevos rotos con picadillo de Soria. Podría poner mil platos, pero os recomiendo que los probéis vosotros, aunque seguro que os cuesta decidir entre toda la carta.
Bocadillos y tostadas para volverte loco, pero no os olvidéis de reservar en el número 976910801 porque tiene mucha fama y siempre está lleno, aunque si vais una pareja a comer igual tenéis suerte y encontráis mesa. 

domingo, 17 de febrero de 2013

El Calamar Bravo

 
Este lugar es más que conocido, pero como he visto que gente que va de paso por Zaragoza, aprovecha nuestras recomendaciones y va a comer a los lugares de los que hablamos, pues voy a hablar de "El Calamar Bravo", amén de que mi primo me ha pedido que lo haga, que siempre que viene por aquí desde Madrid hacemos una visita con la excusa de controlar que sigue estando igual de bueno. 
Este bar es uno de los más míticos de la ciudad, su especialidad son los bocadillos de calamares, aunque a mí personalmente me gusta comérmelos en ración con su pan y una buena cervezica. Los sirven con salsa, que es el gran secreto de este restaurante, pues en ningún sitio los he probado igual, y puedes pedirlos con pique o sin pique, pero no te asustes porque no pica mucho. Por supuesto, el bocata o ración de calamares tiene que ir acompañado de una ración de bravas, que llevan la misma salsa y que para mí son unas de las mejores de la ciudad. 
La verdad que hoy en día es típico comer calamares entre pan y pan, pero recuerdo que cuando era pequeña y le hablaba a mis amigos de otras comunidades de este "invento" se quedaban extrañados. Pero vinieron, lo probaron y se quedaron convencidísimos. El bar está en la calle Cinco de Marzo, una bocacalle de Paseo Independencia, en pleno centro. Se forman unas colas enormes en la puerta de gente que va a por bocatas, así que un buen consejo si no lo cogéis para llevar es que cuando vayáis tenéis que estar al tanto para coger un trocito de barra o una mesa y comer más a gusto.


jueves, 31 de enero de 2013

Un buen kebab en Zaragoza



He probado kebabs de diferentes sabores en varios países de Oriente Medio, Turquía, Grecia y en Europa también. De hecho, en Bruselas  comí el kebab ganador del primer premio en un concurso de este tipo de bocadillos en toda la ciudad. Por supuesto, me quedo con los que comí en el Egeo, pero en Zaragoza he encontrado uno al que no le hacen sombra.  Lo cierto es que una con el tiempo se desencanta un poco de este tipo de comida, pero el kebab del que os voy a hablar ha vuelto a despertar en mí las ganas de disfrutarlo.

En conjunto es un bocadillo para disfrutar a cada bocado. La carne que ponen, puede ser de pollo, ternera o mixta, es muy buena y no tiene esas  ternillas que últimamente había encontrado en este tipo de bocatas; los vegetales que le ponen están súper frescos y crujientes: lechuga, tomate y cebolla. Además, como en todo buen kebab, tienes tus botes de salsa: la picante, una de curry y la blanca, que está especialmente sabrosa y suave.  

Se trata de un restaurante al uso que está en Fernando el Católico 20, donde también hacen pizzas  y “pides”. Los lunes y los miércoles todas las pizzas están a 5,50 euros y son unas pizzas grandes y ricas que no tienen nada que envidiar a las súper cadenas (para mi gusto, las de este restaurante son mejores).  Y qué decir de los “pides”.  Este plato en una torta de pan fina y grande hecha en el momento que  se rellena con lo que “pidas” y se mete en el horno. El otro día comí uno de carne con cebolla, salsa y perejil, que siempre acompañan con ensalada. También está el vegetariano, el de queso y el de carne con queso, que ya es impresionante.

La verdad es que puedes comer o cenar por un precio asequible. Además hay cerveza, que en algunos restaurantes “halal” no sirven alcohol y lo cierto es que para estos bocadillos es el mejor acompañamiento.  Un lugar con una buena situación, que se llama “Turkuaz Izmir”, en el que pararse cualquier día y  darse un pequeño homenaje.

Para Triunfar!!!